Esa foto que estoy publicando es de Yusniel Tirado, el muchacho apresado en calabazar de La Habana por los sucesos acontecidos en la estación de policía, (esta fue mi ciudad natal y en donde viví hasta los 29 años).

Yusniel es residente del ave 281, (o sea: seguido a mi cuadra) y aunque no respaldo la violencia, tampoco tolero los enfoques desde un sólo puesto y por ello aquí expongo lo indagado desde fuentes directas.   La policía de esta localidad es la muy conocida por la brutalidad hacia los pobladores detenidos, represora y torturadora, esto no es nada raro ni calumniador para todo aquel que vive en Calabazar y desde la calle escucha los gritos y golpes salidos desde los adentros de este funesto inmueble. Muchos pobladores pasaron por estos atropellos policiales, (maestros, estudiantes, obreros, pensadores libres…, no sólo delincuentes ocuparon estas celdas) y opinan que tal fue el mal trato físico y psicológico, que cualquiera pierde la cabeza y procediese de manera incontrolada, (es muy probable y dadas las características del lugar, que algo similar aconteció). También no están contando la realidad de la historia: -unas narrativas incoherentes y completamente cambiadas están encubriendo los hechos, (y me refiero a las publicaciones gubernamentales, todas desde una misma incoherencia e impidiendo que otros argumentos salgan a la luz).  Calabazar esta cercada por los conocidos Boinas negras y cada calle vigilada e incluso drones, muchos afines a al sistema totalitario pretenden aún desmentir esto, mientras que en las mismas imágenes oficialistas se denota la temperatura del panorama. También se intenta en cada noticia gubernamental o afín, engrandecer la moral policial cuando todos saben (y me refiero a nuestros pobladores que día a día observan) como los verdaderos delincuentes de barrio e incluso, los ninjas que roban a los camiones en plena Ave 281, se les ve codo a codo y en consorcio con los policías de la estación calabazarena.  Entonces: ¿Por qué tanto espectáculo para contar una historia o que alguien la cuente? (en realidad no quieren que sea contada desde la otra visión, en ello les va su visible abuso policial u otros asuntos). Después del trágico desenlace, llueven los comentarios y publicaciones en Facebook los cuales, parecen sacados de un manual de cacería de brujas, sólo les falta gritar “Paredón” y salir bailando con esa conga mientras fusilan sin un juicio justo al señalado ciudadano, (como si nunca se hubiese superado esa jodida tendencia de alegrarse del mal ajeno). Civiles y otros no muy claros en su civilidad, casi que quisiesen aplastar de un cuajo a este muchacho, pero pocos se muestran ante las muy conocidas arbitrariedades policiales en calabazar, de lo cual existe un sinfín de vicisitudes locales.

Salteados sucesos testimoniados por familiares: Yusniel se encontraba sentado en el parque de su localidad y fue arrestado con el característico trato policial de la dictadura, por no tener consigo el hoy requerido tapabocas para la pandemia, (hasta ahora no creo que este sistema comunista, que mal distribuye alimentos putrefactos y desaloja a sus ciudadanos en plena pandemia mundial, provea algún utensilio o reemplazos higiénicos para scon u población). En su liberación se le aplicó una multa muy típica del régimen » 3000 pesos » (esto tampoco es nada raro) y aconteció así el iracundo momento. Otros detalles son aún casi imposibles de obtener, por los impedimentos gubernamentales antes mencionados. Este muchacho proviene de una de las familias más pobres del pueblo, hijo de Yoya la gorda, (seudónimo con el cual todos la conocen), por ello no podría calcular de cómo podría pagar esa exagerada multa que supera la suma de 18 salarios mensuales en el asalariado cubano común, (aunque es el desempleo el que supera las estadísticas nacionales). Al final este ciudadano cargará con el mayor peso posible, (como siempre sucede en esta dictadura oligárquica).  Desmoralizado con premeditación por todos los medios y organismos desinformativos o totalitarios del régimen, respaldado estos últimos en serviles seguidores y ciberclarias, ocurrirá para él lo peor, como estamos acostumbrados a ver en cada proceso policial o militar de la Cuba comunista, un escarmiento más para prolongar el terror y el sometimiento del pueblo cubano.

Aunque no comparto los comportamientos delictivos me pregunto: – ¿por qué la policía del régimen no cuenta esta versión y hostiga a quien quiere contarla? ¿por qué empeorar el panorama sobre algo que ya termina con tragedia? El hermano mayor de este muchacho, (conocido por Yohandry el gordo y con el cual Yusniel no compartía ideas, según sus amigos), era un reconocido y brutal represor en contra de activistas opositores a la dictadura, empleando sus artes marciales en contra de pobladores, acatando ordenes de superiores con iguales escrúpulos. Quien les escribe también fue asediado por ese sicario del régimen, por mi condición de activista en pro de los derechos civiles soporte la vigilancia y mala mirada del Yohandry convertido en sicario, (pues tristemente era un antiguo colega de infancia y adolescencia) pero claro está, eso no quita que cuente la realidad de su hermano pequeño cuando de justa noticia y proximidad al periodismo límpido se trata, su repulsa no es un motivo para opacar mi visión democrática y cosmopolita.

Soy Rubén A. de los Santos, escritor y poeta del pueblo Calabazar de La Habana.